«Hacer personas, hacer hogar, hacer sociedad»: profesores de Ética proponen los valores clásicos contra la crisis moral

Publicado el 22 de julio de 2012
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«Hacer personas, hacer hogar, hacer sociedad». Esta es una de las propuestas que aparecen en el reportaje en el que el diario barcelonés La Vanguardia publicaba esta semana con el título «Profesores de ética proponen los valores clásicos contra la crisis moral». Un interesante trabajo en la que la periodista Cristina Sen reune las opiniones de algunos profesores universitarios de Ética sobre las posibles respuestas al actual «vacio moral».

Llama la atención que, aunque pueda discreparse en muchos de los planteamientos que habitualmente mantienen los expertos a cuya opinión acude la periodista,  en todos ellos hay ahora una positiva coincidencia en la necesidad de volver a los planteamientos más clásicos sobre los valores y las virtudes.

Es el caso de Victoria Camps, catedrática de Filosofía Moral y Política la Universidad Autónoma de Barcelona, quien, como señala el reportaje, «recuerda la actualidad de las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. La justicia entendida como equidad; la fortaleza, como la capacidad de tomar decisiones; la templanza, como el control personal; la austeridad y la prudencia no como miedo sino como reflexión. Estas eran las virtudes que co,nformaban la excelencia ciudadana y política en la Grecia clásica y sobre las que Camps propone una reflexión. Una reflexión que, dice, debe de llevar a recuperar la responsabilidad moral, es decir, asumir unos valores y que cada uno se haga responsable de ellos».

O el de Norbert Bilbeny, catedrático de Ética de la Universidad de Barcelona, quien «considera que es necesario restablecer un orden de prioridades, tergiversado por la doctrina hedonista y el hiperconsumismo –que el impacto de la crisis ha frenado– pero sin caer en lo que considera la “versión merkeliana del capitalismo”: una idea del esfuerzo, la austeridad y la disciplina vinculadas a la culpa, a una “moral calvinista, de la predestinación”.

Bilbeny señala también los tres ámbitos sobre los que cree que debe asentarse la sociedad: la revalorización de la familia;  el papel de la educación, con una reconsideración de la figura del maestro; y, por último, el valor de la solidaridad al entender que se está demostrando en esta crisis que la gente quiere ayudar. “Hacer personas, hacer hogar, hacer sociedad. Este –explica– es el vademécum”.

La periodista destaca también como «en las reflexiones sobre el futuro buscando un escenario poscrisis, economía y ética van –sobre el papel– de la mano. El filósofo Daniel Innerarity señalaba el pasado mayo en La Vanguardia la necesidad de regresar a una concepción como la que tuvieron los grandes economistas, “que fueron también grandes políticos y hombres de letras (Keynes, Marshall, Marx, Adam Smith..), en la cual la economía es concebida como un todo en el que intervienen también criterios políticos, éticos, medioambientales…”.

Y finalmente señala como Ángel Castiñeira, Director de la Cátedra de Liderazgos y Gobernanza Democrática de Esade, «está poniendo negro sobre blanco una reflexión sobre los valores en el liderazgo empresarial y apuesta por la transformación de un modelo que, dice, ha llegado a su fin, pese a que muchos se resistirán al cambio». Según señala Castiñeira, “no podemos continuar con la economía especulativa, ni las finanzas especulativas, ni el modelo constructivo, ni apostar por Eurovegas. La vía de la economía productiva es más lenta, pero dará más resultados”.

Para leer el texto completo del reportaje «Profesores proponen los valores clásicos contra la crisis moral» de Cristina Sein (La Vanguardia, 16/07/2012), pinchar aquí.

 

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